Ver, analizar y adaptar a nuestras circunstancias.
Sólo hace falta salir
de casa un poco para darnos cuenta, reconvencernos, autoinmolarnos por todo
aquello que tenemos y que no sabemos aprovechar. No sé si la naturaleza es
sabia o nosotros ignorantes; no sé si ella es lista y nosotros tontos o si,
simplemente, nosotros somos incapaces.
Digo esto,
nuevamente, por lo desaprovechados que tenemos todos nuestros recursos
turísticos y no voy a referirme a ese “problema” endémico en el que se ha
constituido un bien tan preciado como el Arenal, no, voy a referirme a otros
sitios como pueden ser el Clot de la Mare de Deu o la desembocadura del
Millars, entre otros, por no repasar el patrimonio, rural o urbano, que se
deteriora a pasos agigantados y que nadie, hasta la fecha, ha puesto o, al
menos lo ha intentado, remediar.
Cuanto más sales de
casa, más te das cuenta de lo que tienes y su nula utilización y para ello no
hace falta desplazarse a los grandes centros turísticos mundiales, no hace
falta irse a esos lugares que son visitados, cada año, por millones de
personas, no, sólo hay que ir a algunos lugares de nuestra provincia para
comprobar el buen uso que se hace de todos los recursos que tienen.
Este pasado fin de
semana me desplacé hasta Navajas con el objetivo de visitar el, mítico, salto
de la novia, un bonito lugar del que los ciudadanos de la población del Alto
Palancia y quienes les visitan aprovechan con cuidado y esmero y en el que
pueden compaginarse, a la vez, el uso turístico y el medioambiental; un espacio
anclado en la naturaleza que sirve para ambas oportunidades a la vez y con ello
se genera riqueza para la población, la cual, se precia de tan querido enclave.
Todo, bien utilizado,
puede servir para generar riqueza a la población y todo, mal utilizado, a la
corta o a la larga puede producir pobreza para sus mismos moradores y para la
propia naturaleza.
Pero, da la
circunstancia que en Burriana no sabemos aprovechar estos recursos para generar
riqueza. No aprovechamos los edificios modernistas que tenemos, ni el agrícola,
ni el cultural, ni el paisajístico, lo hemos circunscrito, exclusivamente, a la
playa y en los últimos años a un festival del que nada voy a decir.
Requerimos replantear
cuestiones turísticas, pero no sólo el equipo de gobierno, también los
comerciantes, las empresas de alquiler de pisos y apartamentos, los servicios
de hostelería y, como no, los ciudadanos los cuales, como no nos demos prisa,
volveremos a dejar pasar un tren más de todos aquellos que han ido pasando y
nunca se han detenido.
Las demandas de prisa,
sobre algunas cuestiones municipales, vemos que continúan siendo anónimas a
través de algunos medios digitales y, muy probablemente, estén hechas por
quienes durante muchos años no han sabido hacer nada desde sus propias visiones
personales, pero tendremos que darles un pequeño respiro. Yo en temas de
turismo les daría un año para ver los primeros frutos, los cuales espero que
florezcan la próxima primavera para que en verano sean ya una realidad. Si no hay
frutos que recoger volveré a decir aquello de que un nuevo tiempo perdido.En definitiva, sigo pensando que lo mejor para progresar es ver, analizar y adaptar a nuestras circunstancias.
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