El tiempo vuela

Lo del Ayuntamiento de Burriana no deja de sorprenderme, unos y otros, igual que el equipo de gobierno anterior, hoy partido mayoritario del tripartito de la oposición, llevan la misma política, la política de mirarse el ombligo.

Está claro que llevan, apenas, mes y medio en el gobierno municipal, pero a diferencia de otros ayuntamientos de municipios que nos rodean que si trabajan en la gestión exterior de su población ante otros organismos, Diputación, Generalitat, también entidades que llevan menos tiempo en el gobierno, pero son municipios que se mueven.

Aquí no, aquí estamos enzarzados, por un lado el Partido Popular intentando justificar que las partidas del presupuesto municipal no estaban agotadas, cosa que todos sabemos que si y que además tenemos un elevado endeudamiento, por más que intenten maquillarlo; la concejal de Ciudadanos, que nos ha recuperado a la vieja Unión Valenciana del más rancio  Gonzalez Lizondo, se preocupa del trilinguismo educacional y los concejales de Cibur intentan resolver los problemas internos de su partido cuyas heridas no han cicatrizado después del resultado electoral que obtuvieron.

Mientras tanto, el equipo de gobierno municipal aún está aterrizando, “como puede” igual que la película,  y todavía no encuentra el camino o el acople de las piezas que lo conforman, tres partidos, y que da la impresión que, algunos, aún no se han dado cuenta que son equipo de gobierno y que tienen que tomar decisiones rápidas y que, probablemente, se pueden equivocar, pero eso también es tomar decisiones, aunque haya que rectificar.

Estamos a algo menos de la mitad de camino de los cien días de gracia y, hasta la fecha, poco hemos visto en lo referente a tomar decisiones importantes para la población, todavía quedan algo más de cincuenta días para llegar a esos cien y ni el tripartito oposicional ha presentado  propuestas de progreso, evolución y visión de futuro para la Burriana que nos gustaría y no es que se vaya despacio, sino que no se avanza en la búsqueda de la solución a los problemas que nuestra ciudad tiene planteados y en la que nos han sumido veinte años de un grupo político que no ha sabido aprovechar coyunturas en aras de una mejora de la población.

También está claro que el equipo de gobierno no lo va a tener fácil, pero si sabe implicar a colectivos, personas e instituciones en la búsqueda de soluciones, seguro que les será más llevadero y para eso no debe haber tregua; el tiempo vuela en beneficio de otros y en perjuicio nuestro.