La lluvia de anoche

Siempre hay quien tiene suerte y pasa la patata caliente al otro para que sea este quien tenga que solucionar el problema que plantea el primero y que tiene que resolver el segundo. Algo así ha pasado con la presente edición del festival Arenal Sound que vienen disfrutando unos y sufriendo otros durante estos días en Burriana.

Durante todas las ediciones anteriores se han venido haciendo reclamaciones sobre la ubicación de los campings, el aforo del festival y otras cosas varias que eran consideradas como temas peligrosos, o al menos de riesgo, para la integridad de los participantes y, salvo un año con pequeños problemas, nunca había pasado nada.

Desde la oposición se reclamaban mejoras en seguridad y en que el acceso a la playa no estuviera cortado tanto tiempo por la organización y ante esas reclamaciones, ni caso. Pero no ocurrió nada hasta este año en que la nueva alcaldesa de la ciudad se tuvo que personar una mañana para que abrieran los accesos que se habían cerrado para el público, pero eso era poco para lo que se le esperaba con la llegada de la bendita lluvia.

Anoche llovió, no fue un diluvio pero puso de manifiesto las deficiencias de una camping mal ubicado y de que la capacidad de absorción de la población de una cantidad tan grande de personas, es muy complicada, todo ello a pesar de lo bien que funcionaron todos los servicios para atender a aquellos que tuvieron problemas.

Tras varias ediciones pregonando los problemas, va y ahora quienes no hicieron ni caso de lo que les decían desde la oposición, han visto los toros desde la barrera o, tal vez, desde el balcón de su casa y reflexionaban sobre la suerte que habían tenido al pasarles, a quienes les criticaban, el globo a punto de reventar.

Indudablemente algunos de los grupos que configuran el tripartito de la oposición se han puesto a disposición de la alcaldesa para ver en que pueden ayudar, otros ni han estado ni, probablemente, se les espere, pero a quienes han estado esa acción es algo que les honra.

En pleno paso del ecuador del festival, se continúen o no, según lo permita el tiempo, hay que aprender de los errores, no hay que bajar la guardia y la alcaldesa de Burriana no descansará hasta que todos los participantes en esta edición hayan regresado a sus casas.

Será este el momento de renegociar las condiciones, las ubicaciones, el aforo, la reinterpretación de entradas y salidas al recinto de conciertos y otros muchos puntos cuyas deficiencias no se habían detectado o solucionado con anterioridad a esta edición que han tenido que gestionar con unas condiciones que pactaron otros.

Pero ello no puede ir más allá del próximo martes la edición del 2016 empezará el próximo lunes con el levantamiento del campamento y el inicio de los trabajos de limpieza y, a mí, me gustaría que el festival Arenal Sound tuviera lugar en nuestra ciudad, pero con mejores condiciones. Y todo ello a pesar de las molestias que, como ciudadano, me produce, pero también me producen incordios las fallas, las fiestas de la Misericòrdia, las cruces de mayo, las carreras a pie y un largo etc. de actividades que sirven para dinamizar la vida social de una población y, por ello, no se me ocurriría pedir que las eliminen, lo que pasa es que hay mucho “eremita” que vive en la ciudad cuando su lugar no es este.