Primer pleno municipal. Más de lo mismo

Si esperpéntico fue el pleno de investidura del Ayuntamiento de Burriana, el primer pleno celebrado a posteriori, fue algo más que patético y, no sé por qué, vamos a tener que estar preparados para ver más plenarios de estas características.

A perro flaco, todo son pulgas. Parece ser que este es el lema aplicado por los partidos de la oposición municipal del Ayuntamiento de Burriana, llámese Partido Popular, Cibur y Ciudadanos y como no tenían demasiado con qué meterse, buscaron el quien y entonces pagó el pato el más débil y en este caso el más joven de la corporación y que no fue otro que el portavoz de Podemos, Cristofer del Moral.

Ni voy a hablar del sueldo que cobrará, ni de su gestión política llevada a cabo hasta la fecha, ni de las delegaciones que ostenta, voy a hablar del comportamiento que el tripartito de la oposición, de forma conjunta y sin piedad tuvieron con él.
No he hablado con Cristofer del Moral más que una sola vez para darle la enhorabuena, no comparto sus ideas ni su sistema de funcionamiento a nivel de partido, pero lo que me pareció indecente fue el ataque sistemático hacia su persona con referencias a su vida personal que a ninguno de los que le atacaron les correspondía juzgar, como ninguno del resto de la corporación están capacitados para juzgar a los atacantes.

Desde ese momento, el de los ataques, me cae mejor. Todo aquel que padece persecución me cae bien, en detrimento de lo mal que me caen los perseguidores y, menos si cabe, quienes se erigieron en jueces de algo que a ellos nada les importa.

De todo lo acaecido, tanto entre “sus señorias” como en el patio de butacas donde asistieron algunas exconcejalas del Partido Popular de la anterior corporación, llego a la conclusión que el tripartito gobernante les ha robado algo que estas personas, a las que les suponía una educación y un saber estar, consideraban muy suyo y en cambio lo que han demostrado es que no son más que malos perdedores de una partida que han perdido por su mala gestión o mejor dicho por su nula gestión. Por cierto, hubo alguna exconcejala que habló más en ese pleno que en toda la legislatura en que fue concejala.

Fue, desde mi punto de vista, muy vergonzoso que se metieran con la vida privada de este concejal y es por ello que ante una frase muy disonante del portavoz popular, Juan Fuster, la alcaldesa le llamó la atención, justo en el momento en que las huestes radicales del PP, incluidas las exconcejalas de este partido allí asistentes, lanzaron improperios y silbidos contra esta amonestación efectuada, a mi parecer, con toda la educación del mundo y con sobrados motivos. Así es que nuevamente la mala educación de la bancada popular se puso de manifiesto.

Se acusó al portavoz de Se puede Burriana de haber incumplido uno de los puntos de su programa al fijarse el sueldo, fallo de este joven que por cuarenta euros de diferencia al mes se lo hubiera podido adaptar, pero en cualquier caso ¿es que el Partido Popular en los últimos ocho años de gobierno no ha incumplido promesas electorales?
Es muy posible que no haya incumplido ninguna pero porque no ha sido capaz de cumplir ninguna y por si fuera poco, algo peor, ni lo ha intentado. Una pena.

Si en lugar de ser este inexperto joven hubiera sido otro, a lo mejor, al tripartito de la oposición les hubieran podido echar en cara a algunos como han conseguido sus puestos de trabajo o las relaciones familiares de unos y otros, pero ya sabían a quien asediaban.

Una pena, señores de la oposición al equipo de gobierno de Burriana, su misión es vigilar y controlar la gestión de los actos municipales y no de las vidas particulares, porque no olvide nadie que todos somos víctimas de nuestro pasado, tanto en el plano personal, como político, laboral, familiar etc. y estos últimos puntos corresponden a la vida “particular” de cada concejal y no a la “pública”. Y ni a  mi, ni a nadie le corresponde juzgar y mucho menos en público.