En la oposición también se calientan sillas
Nada hay peor, en temas municipales referidos a nuestro
Magnífic, que la falta de lealtad y la mentira para con las cosas de esta
ciudad que nos acoge, nos envuelve, nos alegra y, a veces, nos hace hasta
padecer, eso sí, sin llegar a sufrir, aunque, a veces, también.
Digo esto respecto de la acción de los concejales del Partido
Popular de Burriana, cuya falta de presunta honestidad, les lleva a realizar
unas ruedas de prensa o, en su caso notas de prensa, con el ánimo de confundir
al personal y de dar a entender que el equipo de gobierno trabaja gracias a su
eficaz gestión y su reincidencia en el control de las acciones del mismo.
Ayer, sin ir más lejos, se despachaban con el Mercado
Municipal sobre si no se sabía todavía el inicio de las obras y que los
vendedores del mercado exterior no sabían, aún, donde se ubicarían la próxima
semana si las obras empezaban.
Pues bien todo eso no era más que una, presunta, mentira,
dado que conocían perfectamente que hoy se procedía a efectuar el vallado de
las mismas y que mañana jueves comenzaban las obras y que durante cuarenta y
cinco días, tiempo que está previsto que duren las obras, los vendedores del
mercado exterior se ubicarán en la calle de la Carrera.
Si. Lo sabían. Y digo esto porque sé que se lo preguntaron a
un técnico y que hicieron esa nota justo el día antes de que se firmara el acta
y que se iniciaran las obras. A eso se le llama oportunismo y no eficacia en el
trabajo, la gestión y el control de la acción de gobierno. Dicho de otra
manera, deslealtad.
Pero esto no es nuevo. Lo han venido haciendo en otros
campos y momentos. El día antes de que se iniciara una campaña de desratización; de
acciones contra los mosquitos o cualquier otra actividad que lleve a cabo el equipo de gobierno y es que se
enteran en las comisiones informativas a través de los
informes técnicos.
No es la primera, ni será la última vez. Lo que pasa es que,
todavía no han asimilado el lugar que ocupan en el hemiciclo municipal y por
ello emplean el lenguaje barriobajero que utilizan en los plenos y en las
ruedas de prensa que puedan efectuar o en las notas que, mayormente, difunden.
Pues eso. Una cosa es lo que se ve y aparentan y otra lo que
se es y, a veces, lo que se aparenta es diferente a la realidad. En mi artículo
anterior hablaba de calentar sillas desde el equipo de gobierno. En la
oposición también hay muchas sillas que, únicamente, se calientan.
Más lealtad a la población y menos posturéo. Así nos ha ido.
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