Como hace veinte años el futuro está por llegar

“Se nota, se siente, las elecciones están ahí en frente.”

Me duele ver los “simples” movimientos de los grupos municipales de nuestro “Magnífic” con respecto de su forma de actuar y como se van posicionando frente a una fecha que está a menos de un año vista y que culminará el último domingo del próximo mes de mayo con las elecciones, como mínimo, locales y autonómicas.

Y digo que me duele porque a través de sus acciones no hacen más que continuar con la tónica de una falta de proyecto global para una ciudad que tiene, como digo siempre, muchos recursos y todos ellos desaprovechados. Tiene muchas posibilidades y todas desorganizadas y una gran cantidad de personas dispuestas a llevar a cabo acciones que no son bien canalizadas por quienes deberían trazar los cauces adecuados para que el dinamismo social de esta ciudad, que es mucho e intenso, se plasme en un proyecto de futuro sólido, con visión y realismo.

Y digo, también, que es “simple” porque somos muchos quienes estamos cansados de simplerias, de banalidades, estupideces y proyectos o promesas que nos levan a lo mismo, la nada.

Nos hartamos, hasta la saciedad, de ilusionarnos con proyectos que nos lanzarían al estrellato mientras ponían el freno de mano, que no la mano, en lo único que yo mismo veía realizable y que, ahora, se tambalea entre un si y un no, entre el ser y no ser o, como decía Quevedo, entre la rosa y el clavel……

Con el calor del verano, atenuado por la brisa del mar, oteo el horizonte y veo “el Templat” ese monumento representativo de una ciudad que se debate, desde hace muchas décadas, entre la pobreza de sus gobernantes y la soberbia de quienes debieran ser sus gestores. Vislumbro, entre los vanos del campanario el espacio hueco de las ideas de quienes asientan sus reales en el hemiciclo consistorial, coronados por ocho ornamentos decorativos que nos indican los lados de esta edificación. Igual de decorativos que nuestros ediles; pétreos, puntiagudos y con muchos vuelos.

Se acerca el final del verano y tras las fiestas de la Misericordia empezaremos la carrera municipal verificando los candidatos que muchos intuimos y que nadie proclama, únicamente los pasean, los califican de descubrimientos o se dedican a denunciar situaciones enquistadas desde hace años que ni ellos mismos, cuando han tenido representación, han sido capaces de afrontar.

En fin, dentro de nada tiempo de preparación de programas, cosa que creo que no tendrán dificultad, dado que con copiar los de hace veinte años tendrán trabajo para, al menos cuatro años aunque no sea lo mismo ni la situación sea la misma, igual que como entonces, el futuro está por llegar.