Claveles, agua e imaginación

Como cada primer domingo de mayo y coincidiendo con el día de la madre, Burriana ha celebrado la fiesta de las Cruces, esa hermosa fiesta en la que las calles de la ciudad se llenan, temporalmente, de hermosos jardines que huelen a clavel y a mucho esfuerzo por parte de las comisiones falleras.

Un año más y por más títulos que se puedan añadir a la fiesta, de interés local, provincial, autonómico o nacional, las Cruces de Mayo de Burriana, son las grandes desconocidas por muchos motivos y el más principal la falta de promoción, tanto dentro, como fuera de la población.

La belleza de los trabajos “expuestos” durante dos días en los emplazamientos falleros, constituyen todo un alarde de laboriosidad que bien requeriría de una mayor promoción que en algún tiempo ya se intentó y no se continuó.

El esfuerzo llevado a cabo por las comisiones falleras bien valdría de un mayor interés, de quien le corresponda, en difundir esta actividad que se podría vender turísticamente a muchos visitantes de nuestra provincia que durante estos días nos han visitado y que no se han enterado de su existencia, lo mismo que tampoco se han enterado miles de ciudadanos de Castellón, Vila-real o Les Alqueries, por ejemplo.

Probablemente, algunos añadirán a mi reclamación que no se promocionan por la crisis, la falta de medios económicos y otras muchas simplezas que esconden detrás una incapacidad manifiesta y una falta de imaginación capaz de alguien con encefalograma plano y a buen seguro que haberlos, “Haylos”.

Claveles, agua e imaginación han aflorado en las calles de nuestra ciudad y espero que esa agua que hemos escuchado brotar de las temporales fuentes de estos monumentos rieguen los claveles del trabajo fallero y, al menos, alguna gotita de las que han manado haga florecer la imaginación de quienes, escondidos tras la falta de recursos, no son capaces de promocionar algo bello y característico de esta población que está perdiendo hasta el olor de azahar que tanta vida y progreso le ha dado a través de la historia de la cual no se puede vivir eternamente.