Desde la distancia
Querida Rosa: Hace tiempo que no nos vemos; que no coincidimos en algún lugar de nuestra geografía local en los que
solíamos coincidir que, como tu sabes, no era otro que la calle, esa calle que
tanto te tocaba hacer y a mí pisotear y es que los cronos se te han cambiado y
no te prodigas y es por ello que puedes caer en el olvido, algo como aquello
que decía la canción “dicen que la distancia es el olvido”.
Pero, hoy me he acordado de ti al darme
cuenta que no tenía ganas de escribir y que, probablemente, sea el hartazgo
informativo con el que nos bombardean las televisiones con las sentencias
judiciales, el caso catalán, y los diversos casos de corrupción, digo pues que puedan ser las causas
principales que hacen que no me apetezca escribir mucho, pero estoy tomando una
determinación. Cierro la televisión y escucho cadenasde radio musicales, eso si, sin perderme los comentarios de Fernando Onega que ya escuchaba allá por cuando no nos terminábamos de creer lo de la democracia y la libertad.
Sin embargo, entro en Facebook y todos
repiten lo mismos lazos o puntos amarillos, otros ponen a caldo a los
primeros y estos a los segundos. No sé, creo que me estoy, o mejor me están
aburriendo con tanto más de lo mismo que me lleva a hacer pensar en el país en en que vivimos. Los catalanes tras su expolio económico y social se quieren ir para
tapar el daño hecho y que no les aireen las vergüenzas de todo lo que han
hecho, de todo lo que han dicho y de lo mucho que, todavía queda por descubrir.
El Partido Popular tapando, como puede, la
vergüenza de ver como sus líderes van cayendo poco a poco sin que, todavía, se
haya llegado al máximo responsable de esa carnicería que se había especializado
en la elaboración de chorizos, especialmente en Madrid, alrededores y en
nuestra Comunitat.
Mientras tanto, en Andalucía estamos a la
espera de ver lo que, finalmente acontece con los ex-presidentes que un día se
sentaron en el banquillo y que, ahora están a la espera de la sentencia
judicial. Los de Podemos comprándose chaletones e intentando justificarlos mientras los de Ciudadanos se frotan las manos leyendo las encuestas.
Entre que da la impresión que quienes
gobiernan ahora son los jueces y que los políticos dilatan en el tiempo la búsqueda de
soluciones a los problemas de los ciudadanos, me parece que esto
no va a terminar bien, que no quiere decir que vaya a terminar mal, pero por si
acaso. Y por si acaso, mi madre ya me lo decía "açò no acabarà bé".
Con el paso del tiempo vamos a llegar, en
nada al final de curso, a las vacaciones de verano y todo se va a parar o, dado
el trabajo acumulado que todos, justicia y políticos, tienen este año deberían
quedarse sin vacaciones. No me lo creo.
Como ves, hoy no voy a hablar de las cosas de
nuestro pueblo, lo voy a dejar para otro momento y es que, a veces, hay que
dejar a un lado algunos temas para observarlos desde la distancia y verlos de otra
manera o, al menos, intentarlo.
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