Querido Gerard:

Tengo que decirte que, probablemente por envidia, nunca me has caído bien y que no me gusta el fútbol pero, sin que sirva de precedente, voy a romper una lanza a tu favor y contra esa cuadrilla de energúmenos que en los entrenamientos o en los partidos oficiales o amistosos te pitan cuando tocas la pelota, esa que les representa y te representa cuando vistes los colores de la selección española.

Presupongo que no juegas con la selección por dinero, no creo que te sea vital para tu vida. Vuelvo a presuponer que es por orgullo profesional y porque sientes algo por la selección en la que estás incorporado y que es por pasión deportiva neta y sincera por la que vistes esa camiseta con esos colores y de lo que no me cabe duda, porque lo he visto, es que los defiendes con ardor patrio.

Siempre he pensado que tú, como yo y como quienes te silban tenemos derecho a expresar nuestra libertad, aunque también, al menos yo, tengo claro que mi libertad termina cuando empieza la tuya y viceversa.

No sé con exactitud cuando jugais el próximo partido pero, si puedo, haré un esfuerzo y lo veré como homenaje a ti y como acto de protesta contra quienes te abuchean en los partidos, dando una muestra por su parte de lo energúmenos que son y de la nula capacidad de respeto que tienen hacia todo y todos, incluidos los símbolos que vistes y representas en su nombre.

Ya sé que se han escrito infinitas proclamas en tu defensa por parte de muchas plumas de renombre, la mía pretende ser una demanda de respeto hacia el libre pensamiento y hacia alguien que cuando viste la otra camiseta me gustaría que perdiera hasta en los entrenamientos, pero lo cortés no quita lo valiente y en este caso, querido Piqué, estas actuando valientemente, con coraje y con personalidad.

Me da igual que vistas la camiseta blaugrana, que blanca, que verde o “acolchonada” no es por el color, es por la acción de unos y tu posicionamiento personal frente a la situación dado que te atacan ambas partes mientras tú te mantienes firme en tu propósito de jugar hasta pasado el mundial, tras el cual bien te merecerías un homenaje. Si lo hacen intentaré estar.