No se puede perder más tiempo
Efectivamente. No se
puede perder más tiempo, ya se ha perdido demasiado, muchos años y demasiadas
legislaturas sin que Burriana haya sembrado nada con visión de futuro, con
expectativas reales y que sean capaces de afrontar un futuro con visión, con
ilusión y reforzado en la historia de una ciudad seria y no con la histeria de
unos jugadores a políticos que siempre lo han hecho de farol, como diría un
jugador de cartas.
Burriana no puede
perder ni un segundo más y lo que voy a decir a continuación, seguramente, no
gustará a muchos, pero como observador de lo que acontece en nuestra ciudad,
pienso que es lo que realmente necesita para salir de esa inacción en la que ha
estado sumida las últimas legislaturas.
Nos encontramos ante
una campaña electoral que va a llevarnos a un veinticuatro de mayo agrio, ácido
y complicado. Una fecha en la que, probablemente, se pierdan las mayorías y se
tenga que llegar a una complicación de gobierno inusual.
Vamos a iniciar un
tiempo en el que nuestros oídos escucharán cantos de sirena de quienes nos han
gobernado y de quienes quieren gobernar, de los nuevos y de los experimentados;
de los veteranos y de los reclutas pero todos ellos, que conseguirán una parte
del pastel, no se atreven a decir ni a proponer lo que realmente necesita esta
ciudad y es que todos los grupos que tengan representación aporten su parte de
pastel para que la tarta esté completa y no fraccionada.
¿Que quiero decir con
este símil? Muy sencillo. Si yo encabezara una lista electoral a la alcaldía de
Burriana propondría sin miedo, con la cara alta y sin esconderme mi programa
electoral y en él figuraría que todos los grupos municipales contarían con
delegaciones con las que arrimar el hombro teniendo como único objetivo sacar
del letargo a esta ciudad cuyas posibilidades son muchas y todas
desaprovechadas. A ello se le puede llamar, gobierno de concentración.
Es muy posible que no
se vea con buenos ojos la propuesta, pero, al fin y al cabo va a ser lo que
ocurra y al menos se vería con honestidad el resultado final y la realidad de
lo que va a ocurrir.
Pero, surgiría la
pregunta ¿Quién ostenta la alcaldía? Indudablemente la respuesta sería sencilla
“YO”, al fin y al cabo sería quien habría lanzado la iniciativa. Y ¿Con que
programa?, indudablemente, con el mío como base, al fin y al cabo sería el
único que habría hablado con sinceridad, siempre teniendo en cuenta que un
programa electoral es un papel en el que se recogen una serie de intenciones
que se van adaptando a la realidad y a las necesidades.
Además el programa
recogería que la misma noche de las elecciones convocaría a todos los cabezas
de lista para una reunión al día siguiente a las diez de la mañana para no
perder ni un segundo en comenzar ese tiempo de futuro que comenzará el día
veinticuatro de mayo a las veinticuatro horas.
Con el actual
panorama y las vicisitudes actuales de gobernabilidad municipal, va a ser fácil
la configuración del arco parlamentario municipal, veintiún concejales mandado
por Ley, y muy difícil el logro de sentar al frente del consistorio a quien
debiera ser nuestro/a máximo/a representante municipal y no por la complejidad
de las formulas, sino, visto lo visto en la actualidad, el empecinamiento
personalista existente en la actual corporación municipal en la que no hay
ningún puente tendido y tampoco creo que lo haya con las nuevas formaciones por
diferentes motivos. Al fin y al cabo, estas tres formaciones serán las
mayoritarias de los comicios.
Tras todo lo dicho,
vuelvo a los orígenes del artículo. No se puede perder más tiempo y hay muchos
sectores de la sociedad burrianense que lo demandan. El comercio hecho unos
zorros; política deportiva bajo mínimos; de la cultural me callo; de la
urbanística silencio y de otros temas mejor ni hablar.
El futuro empieza ya
y no es que no se pueda, es que no se debe perder un segundo más y lo mejor
para ello es comenzar diciendo la verdad. Desde el principio. Burriana necesita
un acto de sinceridad de quienes nos gobiernan y de quienes quieren
gobernarnos.
No más milongas.
Comentarios
Publicar un comentario