Un gran día del libro
Hoy,
festividad de Sant Jordi, día del libro, fecha en que se entrega el premio
Cervantes y fecha en la que el Congreso de los diputados alienta a la difusión
de la obra de nuestro insigne poeta Vicent Andrés Esteller, aquell de “no hi
havia a Valencia dos amants com nosaltres” y otras muchas cosas que escribió en
habitaciones de hoteles de muchos paises, me encuentro ante el elección de un
libro que poder leer y disfrutar de sus contenidos; algo que me devuelva el
placer de la lectura después de mi fracaso con “Cincuenta sombras de Grey”.
Y
es que podría decir que el intento de leer este libro referido me ha supuesto
una involución lectora de la que, mañana
mismo, voy a intentar desprenderme y volver al libro y como me gusta la poesía
voy a intentar conseguir algún poemario de José Manuel Caballero
Bonald, premio Principe de Asturias 2013, y del que no tengo el menor rubor de
decir que es, para mí, totalmente desconocido y es que, a veces, los premios te
hacen descubrir nuevos escritores y este es el caso de este escritor nacido en
Jerez de la Frontera
(Cádiz) y que ha pronunciado un hermoso discurso en la recepción del premio.
Hoy, ese gran día del libro en que se conmemoran
varias efemérides como son el entierro de Miguel de Cervantes Saavedra (según el calendario gregoriano), la muerte (y
probablemente también el nacimiento) de William Shakespeare (según el calendario juliano) y la muerte de Inca Garcilaso de la Vega, además del día
de Castilla y León, el patrón de Aragón y de Alcoy a quien esta población le
dedica sus fiestas y sus tradicionales entradas de moros y cristianos, voy a
iniciar la búsqueda de una novela que me ocupe las próximas semanas que se
prevén intensas y con poco tiempo para este hermoso arte de prácticar la
lectura y de disfrutar de la eficiencia de quienes domnan el arte de la pluma y
que tanto hacen disfrutar a muchos mientras otros se encargan de “fastidiar”
esos momentos o al menos de intentarlo.
No
se si será por cuestión de que es el día de las letras, pero ha habido,
incluso, buenas noticias económicas; la bolsa ha subido, la prisma de riesgo ha
bajado y no hemos oido excesivas mentiras públicas sobre el funcionamiento de
nuestra vida política; y social y eso ya es mucho y por si fuera poco se
intenta solucionar el tema de las preferentes a quienes se han visto afectados
por esta situación a la que pocos le llaman “caso” com el “Gurtel”, “Emarsa”,
“Urdangarín”, “Fabra o Naranjax”, tanto me da, u otros muchos con otros nombres
que pululan por toda la geografía española y que han teñido de sospecha la
vieja piel de toro.
Por
cierto y para terminar el día, he encontrado a un viejo amigo que hacía
cuarenta y dos años que no veía y ya por la noche he visto “la muerte de
Mikel”, una hermosa película del año 1984 que hací casi teinta que no veía y en
la que un jovencísimo Imanol Arias representa a un Mikel con una situación
personal y política muy atrevida para esa época, la cual vista desde la
distancia, nos da la visión de que los años han ido pasando y llenando de
contenido “un camino que nunca más se ha de volver a pisar”. Afortunadamente.
Por cierto se admiten sugerencias para la búsqueda del título del libro.
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