Breve reflexión de una calurosa tarde de verano

A nuestra política le sienta bien que nuestros políticos se tomen unas vacaciones y a lo mejor el premio a su no gestión sería darles más vacaciones porque con su partida, el paro se ha reducido, un poco, pero menos da una piedra; la prima de riesgo se ha relajado y rebajado tanto que ha vuelto a niveles de hace tres o cuatro meses; la bolsa se ha mantenido o subido un poquito y con los calores del verano y el poco apetito de meternos en líos la cosa está relativamente tranquila, no se si a la espera del otoño o a que la situación está tan mal que no nos apetece hacer nada.

Dicho esto, con el presidente del gobierno de vacaciones, muchos de los ministros, lo mismo; los presidentes autonómicos y sus consellers, más o menos lo mismo y el resto de personal teniendo un poco olvidada la crisis parece que todo nos va mejor.

Tal vez lo que deberíamos de hacer es lo mismo que estamos haciendo, dejar al y a los presidentes de vacaciones; a los ministros y consellers, también y el resto a seguir con lo que está haciendo con nuestro no hacer, parece que todo vaya mejor. Pues adelante.