Lluvias de primavera

Llevo unos días que he olvidado el lápiz, el boli, la pluma y el ordenador y me he dedicado, en cierta manera, a las relaciones con los amigos, con la familia y con otros seres vivos a los que tenía, un poco, abandonados.

Sin embargo ese paréntesis que he realizado me ha servido, entre otras cosas, para darme cuenta que la falta de costumbre hace que te cueste, aún más, reemprender lo que tenemos dado por habitual, es decir, aquello que tenemos por habitual, en el momento que dejamos de hacerlo, por los motivos que sea, luego nos cuesta más reiniciar la marcha para hacer lo que hasta unos momentos, días o semanas antes, hacías como normal.

No obstante, va bien desengancharte de lo habitual para hacer otras cosas incluso para no hacer nada, lo cual en algunos momentos es, también, una decisión sabia, aunque no saber hacer nada no es lo mismo que no querer hacer nada y hablando de saber nada, me vienen a la memoria algunos personajillos de la vida pública que nada saben hacer como no sea colocarse en algún lugar en el que les paguen por ello, aunque después de decir esto, pienso que eso ya es saber hacer algo, una cosa que otros no sabemos hacer, colocarnos.

En fin, que entre saber y no saber, escribo estas letras justo en un día en el que finalizadas las fiestas de las fallas y de la Magdalena asoma tenuemente, con sabor a otoño, una primavera que esperamos florida y propicia y no como otras primaveras que nos han traído cosas que no nos gustaban, aunque en principio se profetizaran positivas.

La lluvia y la nieve han asomado a nuestras calles y montañas y, aunque haya sido leve el agua caída, es una nota positiva en medio de una sequedad desconocida y esperemos que su presencia sirva para refrescarnos unos pensamientos secos y convertidos en energía negativa frente al positivismo que necesitamos y requerimos y que, a buen seguro, nos traerán estas u otras lluvias.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jenaro y no Genaro

Sr. Alcalde de Burriana – Borriana, això no es res per al mal que el Sr. Albiol farà a la cultura del seu poble.

Burriana no puede perder tantos trenes