Ánimo

Hay momentos en que uno se encuentra con un bajón, o eufórico o cabreado o con el cuerpo removido por situaciones diversas, bien personales o ajenas, que te afectan de cerca o de lejos y que en algunas ocasiones nada tienen que ver con uno mismo pero que sí le afectan por su emotividad, su sensibilidad o por otras circunstancias que siempre son personales y que hacen que tal o cual situación te afecten de manera especial.

Pues bien, hoy es un día de esos en los que me encuentro cabreado conmigo mismo, con mis circunstancias y con mi entorno sin que nada tengan que ver quienes me rodean, entre otras cosas, porque nada tienen que ver con mi estado de ánimo, dado que lo único que hacen y pueden hacer es animarme, cosa que es muy de agradecer cuando te encuentras en un momento difícil.

Y es en momentos como este cuando sales a la calle y te ve un amigo/a y te dice “que te pasa que te veo como si estuvieras resfriado, la mirada baja y en la forma de caminar te veo cansado” y tu le rebates todos los argumentos, no, no tengo la mirada baja, ni estoy resfriado, ni estoy cansado, simplemente que tengo ese bajón que a todos nos pega de vez en cuando y que hoy me toca a mí.

Y repito, es en esos momentos cuando te das cuenta quien te aprecia, quien vela por ti y quien es capaz de pronunciar esa palabra amable que te levanta el ánimo para seguir adelante y volverte a entusiasmar con tu proyecto personal o profesional sobre el cual te había decaido el ánimo y es cuando, realmente, te das cuenta de quienes son tus amigos, esos que están a las maduras pero que los tienes cuando son las duras.

En fin, después de decirme, alguien, que escribo poco y que o bien estoy perezoso o con mucho trabajo, decido escribir este artículo para autoconvencerme que, todavía, quedan ganas de hacer, de colaborar, de aportar y de descansar este fin de semana para emprender con nuevos bríos los proyectos de futuro que todos debemos tener para esperar con ilusión cada día a pesar de lo que las entidades bancarias nos hacen cada día y quienes nos gobiernan una detrás de otra. A pesar de todo ánimo, quienes tenemos que levantar este país somos nosotros.