Palabras sobre un papel en blanco

 

Cojo este folio en blanco de mi ordenador y empiezo a escribir algo que, sin saber que es ni el tema elegido, me comprometo a escribir algo, aunque sean tonterías, porque hace tiempo que nada escribo. Si, ya lo sé, Rosa hace tiempo que de nada hablo y es que me da la impresión que desde que el del pelo rubio se ha adueñado del mundo, el calvo no para de tirar bombas sobre un país vecino y el del casquete se dedica a matar palestinos sin ton ni son, se me han congelado las ideas.

La verdad es que estoy contento porque se han creado nuevas plazas de aparcamiento para almacenar chatarra en la vía pública, con lo cual, se ha reducido, aún más, el espacio público que se dedica a los ciudadanos y estamos consolidado aquello de la ciudad dormida por la falta, en muchas ocasiones, de actividades diversas, más allá de las que organizan los colectivos festeros de las fallas los cuales quemaron sus ilusiones del presente año el pasado “Día del Padre”, entre los que me encuentro.

Pienso pues en aquello de que “la primavera la sangre altera” y me gustaría que a quienes nos gobiernan y a quienes quieren gobernarnos les entrara un poco de cordura y se dieran “cuen” de lo que están haciendo y se están diciendo en nuestro salón plenario, en el cual, me da la impresión que aún no saben a qué papel juega el equipo de gobierno y es que, más allá de la propaganda, las fotos y el trabajo que realizan los miembros del gabinete de prensa, que no de comunicación, del Magnífic, “Poc de profit” está sacando la población a pesar de las muchas promesas que estamos recibiendo.

En realidad, como puedes ver, ando un poco desnortado. No sé si será por los aranceles, las fluctuaciones de la bolsa, la derrota del Madrid frente al Valencia en la capital del Estado, por alguna resolución municipal surrealista que he leído últimamente o por alguna conjunción astral, pero la verdad es que no me centro.

Y como no encuentro el hilo conductor adecuado y como no quería que pasara más tiempo sin escribir cuatro palabras, que a veces son tonterías, termino seguidamente este escrito con el propósito inminente de hablar próximamente de las zonas verdes, supuestos jardines públicos y las nuevas zonas conquistadas para el embellecimiento público que nos van diciendo por nuestras calles que ha llegado la primavera. Nos leemos pronto.