530 y a por más
He tenido la
curiosidad de contar los artículos escritos desde que comencé con este blog y
tras el recuento oportuno he podido comprobar que en este décimo aniversario
desde que comencé a utilizar este medio para expresar mis pensamientos y a
través de ellos mi forma de ser, he escrito, mejor dicho, publicados,
quinientos treinta artículos y digo publicados y no escritos porque algunos de
los redactados no han sido publicados y es que mi autocensura, tras
escribirlos, me ha aconsejado no publicarlos.
La pregunta ante lo
anteriormente dicho es ¿Por qué? Y la respuesta es rápida, algunos de ellos
corresponden a fuertes motivaciones que me han conducido a escribir algo que
podía herir la sensibilidad de alguna persona; porque me radicalizaba en cierta
manera de mismo pensamientos tranquilos y más o menos sosegados y también
porque, tras su redacción no me parecía estético.
Sin embargo, durante
este tiempo han ocurrido a mi alrededor y en mi propia persona muchos
acontecimientos que he intentado ir plasmando con mi forma y mi personalidad,
mi inconformismo, con el deseo de que, “mis pueblos”, sean mejores, más
modernos, más respetuosos con el medio ambiente, tengan una mayor visión de
futuro y se proyecten mejor con la finalidad de obtener sus objetivos, aunque,
a veces, parece que quienes nos gobiernan carezcan de visión, de proyecto y de
ganas de conseguir mejorar su ciudad. Incluso, a veces, dudo de la capacidad de
algunos.
Los más de quinientos
artículos escritos han hablado de todos los temas. De lo divino y de lo humano.
De lo tangible y, también, de lo intangible. De este pueblo y del otro. De música
y cultura. De arquitectura y de urbanismo. De agricultura, de industria y,
aunque un poco menos, de deporte.
Algunos de ellos han estado auspiciados o
inspirados por amig@s, como Rosa, que me ha “arreado” para que escribiera o
escribiese más y, la verdad lo ha conseguido. Desde aquí te mando un abrazo
para que continúes luchado contra las adversidades deseándote la mejor de las
suertes.
En fin, a través de estas letras y de estos
pensamientos he ido, a la vez, dejando entrever mi reservada intimidad y, a
veces, mis raros pensamientos y la lo largo de ese mismo tiempo ha habido alegrías
y tristezas y como lleva el título de la “goyesca” película de Almodovar ha
habido dolor y gloria a partes iguales intentando, siempre, que la gloria
supere al dolor que el día a día nos hace ir superando.
Hasta otros muchos más y gracias por seguir
leyéndolos.
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