Tener verguenza, a veces, es tener dignidad
No quería comentar nada
sobre el “caloret” por la vergüenza ajena que tengo desde que esas palabras se
pronunciaron en pleno corazón del “Cap i Casal”, pero un hecho acaecido a mi
alrededor me ha hecho sonrojarme y entonces he emprendido el empeño de escribir
unas breves letras sobre tan insigne pronunciamiento y lo que ello puede
suponer.
Al aviso de lo ocurrido y
tras el visionado de las imágenes un amigo me dijo que eso en otro lugar, y al
decir eso se refería a un lugar normal, hubiera supuesto la renuncia del
personaje en cuestión pero, eso, aquí supondría un puñado de votos más para la ínclita,
asidua visitante de nuestra población.Ello, me hizo reflexionar y llegué a la conclusión de que podría ser verdad, sin embargo y tras los constantes sonrojos televisivos, radiofónicos y periodísticos en general un día, antes de ayer conozco a unos señores, procedentes de la Meseta Norte, Castilla-León, y me dicen que habían venido a buscar el “caloret” y que se habían topado con mal tiempo.
El nombramiento de esta
palabra me volvió a sonrojar y tras el visionado de las imágenes exaltadoras de
Rita, no la “cantaora”, sino la de Valencia re-pienso lo dicho, escuchado y
deducido y llego a otra conclusión de que así, los de aquí, no llegamos a
ninguna parte. Con estos personajes de cartón piedra enfrascados en aureolas
efímeras, a pesar del tiempo que lleva sentando sus reales posaderas en la
silla de la alcaldía del “Cap i Casal”, no podemos llegar a ningún sitio digno,
nuestro reconocimiento dentro y fuera de España es una sátira continúa y un hazmerreir
constante.
Después de esto lo de la Botella
del “Relaxing cap of café con leche in la Plaza Mayor….” es, poco menos, que
una anécdota. Al menos aquella señora estaba sobria y lo decía con conocimiento
de causa.
Por eso llego a la conclusión de que la vergüenza, a veces es una virtud y que tener vergüenza, a veces, es tener dignidad
“Vergonya cavallers,
vergonya”
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