joan llido

Que somos una tierra de acogida, nadie lo duda, ni nosotros mismos, a pesar de que en algunos momentos nos cabreamos por ciertos privilegios que les dan o puede que nos parezca que se les da a los foráneos, pero la realidad es que si, que algunos tienen privilegios y desplazan a los nativos. No es que me haya salido una vena racista, ni tenga intención de marginar a nadie, pero la verdad es que acogemos tan bien a la gente que se quedan con nosotros para siempre. El caso viene a colación por las fiestas de Navidad, esas entrañables jornadas que estamos disfrutando en las que la familia, el buen comer y el beber sientan nuestras reales posaderas horas y horas alrededor de una mesa, eso si siempre con buena compañía, degustando los turrones, los vinos y cavas que entre todos aportamos y disfrutando de una ambiente entrañable en compañía de la familia y con la presencia de los ausentes. Pero, mira por donde, hace unos años vino un señor gordote, vestido de rojo, con largas barbas y...

Termina el día de la salud con una muy mala noticia “Joe Cocker ha muerto”. A lo largo de cada año fallecen muchas personalidades conocidas, pintores, artistas, escritores, futbolistas, y un largo etc. de “celebrities” que llenan páginas y páginas de revistas y periódicos, dandoles el último adiós a esa fama perdurable que finaliza con el último aliento. Hoy ha lanzado al aire su último suspiro el mejor cantante blanco de música. Joe Cocker nos ha dejado después de haber puesto banda sonora a muchas vidas con su voz ronca, rasgada por muchas cosas y que nos ha deleitado con un sinfín de melodías hermosas, inconfundibles por su timbre de voz y por que pocas veces un blanco, ha cantado un blues con la pasión, el sentimiento, la fuerza y el vigor como lo ha hecho él a lo largo de su dilatada carrera musical. Ha muerto con las botas puestas y con el honor de haber hecho una versión de una canción de los Beatles que, probablemente, haya superado, en calidad interpretativa, melódica y ...

Este año estoy muy contento. Delante de mi casa han puesto lucecitas de Navidad, si, igual como esas “ habituales cortinillas de luces de Navidad” que cuelgan, desde hace más o menos dieciocho años, en la fachada del Ayuntamiento de Burriana por estas fechas. No me quejo. Su resplandor no sirve para completar la escasa luminosidad que por las noches existe en El Pla, pero ayuda, no con la intensidad del rotulo luminoso de una conocida pizzería situada en la misma plaza; ni con el brillo de los focos que iluminan la Caja Rural durante los días de fiesta, pero todo ayuda, a veces, hasta el encendido de un mechero permite que el Pla de Burriana esté más iluminado. Otra cosa sería la comparación con la calle San Vicent. Si, esa calle que sale desde el Pla y llega hasta el pabellón de la música y que tiene en el suelo azulejos de colores igual que las luces que “pretenden” iluminar esta céntrica calle llena de charcos cuando llueve y en la que por la noche tienes problemas para id...

Sin darnos cuenta ya estamos en Navidad, nos lo ha dicho El Corte Inglés, los anuncios de turrón, los de cava, las colonias y la televisión en general inyectándonos ese espíritu de solidaridad que aflora en estas semanas y cuya duración estimada debería ser de trescientos sesenta y cinco días al año. Sin embargo, nuestros afanes son los de comprar, consumir y gastar, al fin y al cabo eso es nuestra sociedad, nuestro mercado y ello nos lo dicta nuestro espíritu de conseguir cosas, aunque a algunas de ellas, después de comprarlas, no les damos utilidad. Apenas quedan diez días para la Nochebuena y todavía no tenemos los regalos para esa noche, ni los de Reyes, ni el amigo invisible de la cena de empresa, ni ………. otros objetos de consumo que son los que mueven la economía, la creación de puestos de trabajo en empresas, en restaurantes y si no compramos, no vamos a los restaurantes, ni preparamos comilonas, no hay de todo lo anterior, con lo cual es la pescadilla que se come la c...