Revisando papeles de hace tiempo
Hacía
tiempo que lo quería hacer, pero no encontraba el documento y mira por donde ya
lo he localizado, es un ejemplar de una revista que en el año 1976 se editó en
Artana, la susodicha se titulaba “Vall d’Artana” y en su número dos y último
había un artículo de mi amigo Josep Herrero que se titulaba ¿Quiere Ud. Ser alcalde
de ….? Y en ella se hacía referencia a varias cualidades que debía poseer el
candidato y de las cuales voy a enumerar algunas para intentar ver la
comparativa de aquellos momentos iniciales de la democracia con la situación
que vivimos en la actualidad.
Aquella
revista tenía un singular sistema de edición dado que con una multicopista,
también llamada vietnamita, imprimíamos unos folios por una cara los cuales
colocábamos en forma circular y los colaboradores debamos vueltas al círculo y
poniendo una hoja detrás de la otra montábamos los diferentes artículos con los
que los colaboradores aportábamos nuestra visión sobre algunos temas.
Pues
bien, el referido artículo indicaba, textualmente, que el candidato a alcalde
debía ser:
…
un hombre “político” (apolítico no los hay), que se interese por la buena
convivencia y el bien de todo el pueblo, sin discriminaciones ni favoritismos,
como pedía el Rey en su discurso.
…
Un hombre “libre y justo, no condicionado en su gestión por el prestigio
personal u otros intereses que no sean los de la justicia.
…
un hombre con “capacidad de diálogo” capaz de interesarse por la opinión pública
antes de realizar ningún proyecto; capaz de aceptar las críticas y sugerencias
razonables y, sobre todo, capaz de dar cuenta de su gestión informando periódicamente
al pueblo.
…
un hombre con “capacidad de servicio y abnegación” ante los sacrificios que
suponen, en su función, el velar por el bien común, tanto más que su bien
personal.
…
un hombre “con capacidad creadora, iniciativa e imaginación” para que nuestro
pueblo no pare en su progreso-
Tras
muchas lunas transcurridas desde aquel año, mucha lluvia caída, con canas en la
cabeza y algunas en el alma y ya perdida la inocencia analizo mi alrededor y me
doy cuenta de la ilusión que teníamos puesta en un sistema democrático y en la
esperanza de que este sistema fuera mejor que el pasado, como así es, a pesar
de todo lo que nos está cayendo sin que los ciudadanos de la calle nos lo
merezcamos.
Sin
embargo, me descorazona ver lo que veo, a ciertos alcaldes y políticos
calentando una silla por un sueldo; pasando de los intereses ciudadanos los
cuales quedan supeditados a los personales o del partido; “arramblando” con lo
que pueden y, en algunos casos, importándoles una m….. la situación de sus convecinos. Si, siento
pena por ello y por nosotros, puesto que si bien no nos merecemos lo que
tenemos, si que tenemos lo que queremos, aunque repito, no nos lo merecemos.
Me
remito a la relectura de las características de un candidato a alcalde o cargo
público pero sustituyendo la palabra hombre por persona para no caer en términos
sexistas y de esta forma reivindicar los valores de un tiempo en el que teníamos
ilusión en un futuro mejor. Igual que ahora.
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