Vaya la que se ha montado con Emiliano García Page y cuatro más
Vaya la que se ha montado en el Partido Socialista por ese encuentro que tuvo en Madrid el Presidente de Castilla la Mancha con cuatro presidentes de otras tantas Comunidades Autónomas españolas. Incluso le han llamado la atención desde altos cargos de su propio partido.
Emiliano García Page,
personaje en cuestión, es un tipo que dice lo que piensa y piensa lo que siente
y presiente que es lo mejor para los habitantes de su Comunidad y, eso, parece
ser que no les sienta bien a algunos prebostes socialistas más preocupados en
cuidar la silla que ocupan que en ser efectivos, eficaces y productivos para
los habitantes de este país.
Discrepo de algunas
cuestiones con tan insigne personaje, pero no deja de tener razón en aquello
del dialogo, las conversaciones y un entente entre las personas y los
territorios y que coincidiera, en la entrada de Fitur, con otros cuatro
presidentes territoriales y que estuvieran todos ellos de acuerdo en que son
Comunidades infrafinanciadas, especialmente esta nuestra, es de perogrullo y
que ello es meritorio de ser reivindicado, lo hago yo también desde aquí ante
el gobierno que corresponda.
Yo también estuve en
Fitur, pero no coincidí con ellos. Lo hice con personas de las que discrepo
políticamente y culturalmente y a todos ellos saludé y les pregunté por su
salud, a algunos por su familia y a otros me alegré mucho de volverlos a ver al
haber estado varios años sin verlos. Pero no me va a decir nadie a quien debo o
no saludar. Que pena que, algunos, que predican el diálogo, el consenso y otros
sustantivos similares no sean capaces de ver una imagen cordial y distendida de
cuatro personas que dirigen parcelas de este país mientras que ellos mismos son
capaces de hacer lo que hacen intentando disculpar a los pecadores
perdonándoles su pecado y borrándolo de sus vidas.
Recuerdo que en
aquellos años en que hacíamos la confesión en el confesonario, por cierto
quiero hacer una exposición de confesonarios de mis viajes y visitas a tantas y
tantas iglesias, digo pues que en aquellos tiempos el confesado era perdonado
por el confesor sin embargo, ello, el perdón que me ofrecía, no borraba el
pecado, él, formaba parte, quisiera o no, de mi curriculum mental, pero el
pecado estaba ahí para siempre a pesar del perdón y de que volviera a
cometerlo, contando con mi propósito de enmienda.
Eso pues, Emiliano.
Estoy contigo. Puedes hablar con quien quieras, irte de cañas con quien te de
la gana, por cierto si quieres yo te invito a una y a una de mis paellas después
de la cerveza y si te encuentras a alguno de esos que estaban contigo en Fitur,
os poneis de acuerdo y la hacemos juntos aquí, a orillas del Mediterráneo, cuna
de tantas culturas y de tantas historias.
Por cierto, en Fitur,
hubo alguien que, viéndome, no quiso verme.
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