Gracias por todo Paco
Dicen que cuando se va un amigo queda un espacio vacío, sin embargo la dimensión del mismo, el vacío, depende de la manera, de las formas y de los modos de irse. Hay espacios pequeños, medianos grandes e inmensos y este último es el vacío en que me encuentro tras la tu partida. Quisiera leer versos, sabes que algunas veces lo hago, pero no puedo. Me gustaría reemprender este libro que me tiene enganchado, pero no me concentro. Sólo quiero ocupar mis pensamientos en ese hueco que, a partir de ahora, quedará en mi pensamiento y en mi corazón con tu nuevo rumbo. Sabía, desde hace tiempo, el final de la historia. Conocía tu estado y que, también has tenido tu tiempo de prórroga que he intentado disfrutar con tu presencia. No sé si habré/habremos estado a la altura de lo que merecías, intentarlo lo he/hemos intentado y mi/nuestro deseo ha sido estarlo. A partir de hoy ya sólo quedan los recuerdos. Los momentos vividos con mayor o menor intensidad, las noches a la fresca con el c...