A veces, pienso.
No es lo mismo. A veces, pienso que a veces pienso. Y es que a veces pienso que sin hablar de las cosas que ocurren a mi alrededor o sin escribir lo que en ese mismo espacio ocurre estoy mejor; no me meto en ningún charco y, además mi bilirrubina se encuentra más estable y no me produce ninguna turbulencia interior que tenga necesidad de manifestarse en el exterior. De vez en cuando, no siempre, pienso que sin la voz y la escritura crítica este mundo sería muy monótono, todos vestiríamos igual, no nos aburriríamos, veríamos la misma cadena de televisión, seríamos del mismo equipo o leeríamos el mismo libro. Es un poco como en los regímenes totalitarios que los estudiantes llevan el mismo uniforme, habría un pensamiento único y todos tendríamos lo mismo. En definitiva, un auténtico aburrimiento. Sin embargo, si que pienso que lo que no debe faltar en la discrepancia es la educación y si nos atenemos a lo que ocurre en los plenos del Ayuntamiento burrianense podremos comp...