Hace falta un cronista para que exista un relato de ciudad
A
veces, leo escritos de esos doctores “honoris causa” que existen en algunas
poblaciones y que hablan sobre los orígenes de ciertas sociedades, lenguas,
tradiciones y otros menesteres que ocupan y preocupan a muchos ciudadanos, sin
irles la vida en ello y sin tener mucho que decir sobre esos mismos temas de
los que hablan o escriben al no ser su especialidad.
Y
digo esto, porque en algunos casos, falta el relato, el discurso, en definitiva,
la verdad auténtica que sea o esté escrita por persona “docta” que sirva para
fijar en la historia de una población o ciudad el día a día de la crónica del
lugar, algo así como el discurso oficial que fije en las crónicas el discurrir
diario de la vida, monótona, o no, de un vecindario agolpado alrededor de un
núcleo que se llama ciudad y esa podría ser la nuestra, Burriana.
Pero
no, Burriana no tiene ese cronista que hable y escriba de lo que sucede en
ella. No lo tiene porque nadie se ha preocupado nunca de que existiera, muy a
pesar de que existen personas con una gran cantidad muy diversa y transversal
que quehacer cotidiano de sus habitantes e instituciones.
Creo,
considero y solicito, que la nuestra, cuyo pasado y rico e importante, sea una
ciudad que comience a escribir su futuro a través de la narración de ese
presente que día a día se diluye entre quehaceres necesarios labrados a base
del trabajo y la constancia de sus muchos ciudadanos que han sido capaces de
almacenar una pequeña o gran parte de la historia ciudadana.
Si
no conocen o no han pensado en algún nombre yo les podría sugerir alguno que reúne
suficientes capacidades para convertirse en el nuevo cronista de Burriana, cuyo
cargo está vacío desde hace muchos lustros.
A
continuación detallo los nombres de algunas personas que son los cronistas de
sus poblaciones sin dejar de lado a otras ciudades que también los tienen.
Castellón |
Información
extraida de la Real Asociación de Cronistas oficiales
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