Con nombre y apellidos
Tras unos días sin
conectar con la prensa escrita y/o digital, vuelvo a recuperar el contacto y
veo que, especialmente las redes, andan calentitas en lo que se refiere a
nuestra ciudad, con declaraciones de unos y de otros, cargos políticos y muchos
cobardes que se escudan en el anonimato para criticar, desde un nombre falso,
lo que se puede exponer con total libertad con nombre y apellidos y sobre todo
con educación.
El Arenal, el mercado
de la playa, la situación económica y algún que otro tema son dardos
envenenados hacia todos los adversarios ideológicos a quienes algunos consideran,
más o menos enemigos; algo que no debería ser así, porque discrepar se puede y
se debe discrepar, en ello está el progreso, pero en el insulto, la vejación y
el anonimato, no está ni la razón, por más que algunos se crean tenerla con
absoluta certeza y ella, la verdad, siempre es relativa.
Transcurrido un año y
días del día primer día después de la era del PP, es el momento de que cada uno
haga sus valoraciones y no voy a hacerlas ahora aquí porque cada semana las
hago de forma permanente y ya lo he dicho en más de una ocasión lo que le falta
al actual gobierno es firmeza en las decisiones y a quien dirige el municipio,
en su máxima representación, algo de pérdida de miedo en la acción y si en este
momento de legislatura y a pesar del “Acord per Borriana”, hoy si me he
acordado del nombre del pacto, hay que retocarlo un “muy mucho” para que en los
próximos 365 días pueda verse la efectividad del mismo, porque dentro de un año
estaremos en el paso del ecuador de la legislatura y la cuenta atrás para
rendir cuenta en las urnas. El tiempo pasa veloz.
A pesar de todo y a
lo mejor de todos, es lo que queremos porque si analizamos lo habido en las
últimas décadas, cosa que no voy a hacer para evitar que llore el personal, es
para eso, llorar, y es que si decimos lo que se ha hecho a nivel urbanístico, hay
que recordar que desde hace veintiún años la gestión urbanística la han
desarrollado las empresas privadas y el ayuntamiento, simplemente, tenía que
tutelar su gestión legalista y, salvo Novenes, ¿qué más tenemos concluido?.
Continúo hablando de
los titulares y de los comentarios, de unos titulares que hablan de lo mal o de
lo bien que lo hacen, gobierno u oposición; y de unos comentarios que en su
mayor parte rayan la mala educación y el ocultismo de quien lo escribe, dando
muestra de su validez, nula, ante los que utilizan pseudónimo y que no deberían
publicarse si no tienen su identificación.
En fin, con nombre y
apellidos y en este esquemático resumen de un año de legislatura analizo al
equipo de la oposición como un tripartito que busca su orientación sin
reconocer que casi todos gobernaron con anterioridad y al tripartito equipo de
gobierno como un grupo que requiere de muchos cambios de cargos y de personas.
Ojala ambos tripartitos encuentren su camino y Burriana la solución a algunos
de sus problemas.
Comentarios
Publicar un comentario