Cualquier día inventan hasta la penicilina
Que pena me da leer
lo que leo, escuchar lo que escucho y no tengo más remedio que reprimirme en
mis expresiones ante el tiempo perdido, la poca imaginación y la escasez de
ganas de trabajar de algunas personas que nos rigen o nos debieran regir, al
menos, los destinos y los designios de un municipio con muchas posibilidades y
que no tiene gobierno alguno que sea capaz de afrontarle el futuro al que tiene
que destinarse de forma más o menos inmediata.
Leo, digo, en algunos
medios de comunicación que la concejalía de turismo de Burriana va a ofrecer
paquetes turísticos en los que se incluirá la visita a los talleres falleros.
Vaya novedad, cuando hace más de seis años que ya se hacían y que, en algunas
ocasiones, la actual concejala de turismo hacía de guía. Sigo leyendo que se
potenciarán las visitas en las que se incluye a la naranja como eje central,
visita a un almacén, huerto y se supone, también que al cerrado Museo de la
Naranja, otra iniciativa que se abandonó por parte de los actuales dirigentes municipales,
dado que en aquel momento, hace seis años la actual concejal de turismo hacía
ya estas cosas y el actual alcalde andaba metido en temas culturales y ambos
dos dejaron morir estas iniciativas que ahora pretenden potenciar. Que no digan
que es por cuestión de dinero que es mentira.
Todo esto que ahora
promueven ya se hacía hace unos años bajo la alcaldía de Alfonso Ferrada, también
del mismo grupo político que el partido de quienes ahora dicen que nos
gobiernan, cosa que habría que analizar.
Tras seis años de
abandono del sector turístico de Burriana, auspiciado por la ilusión de un
festival que ni es el lugar, ni es la fecha, ahora nos venden un producto que
podría estar consolidado como reclamo y que ya se han aprovechado otros
municipios, vecinos o no, como es el caso del circuito de la naranja, en su
momento denominado “orange tour”. Vaya tiempo perdido.
Que gran visión de
futuro. Que perspectiva más clara. Que ganas de trabajar cuando lo hemos dejado
perder todo. Me duele hacer estas reflexiones. Me sabe mal hacerlo en voz alta
y me revienta, aún más, que con estos cantos de sirena intenten engañar a una
ciudadanía que sólo tiene ganas de que llegue mayo del 2015 para volver a
elegir a sus mandatarios municipales y ver caras nuevas, ilusiones nuevas,
ambición de conseguir una ciudad más próspera, con ilusión y esperanzada en un
futuro que aún está por venir y que como siempre digo esta ciudad que tiene
muchas posibilidades sepa aprovecharlas.
Eso si, a base de
decir tantas cosas, cualquier día inventan la penicilina.
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