Intenciones bien intencionadas.
Querida Rosa, hoy voy a hacer un
paréntesis en el blog. Me voy a pensar, voy a decidir que hacer y definir
ciertas cosas que están en el aire y es que mi espacio está invadido por una
gran cantidad de toxinas que me agotan
las moléculas y no es que tenga muchas, pero las que tengo requieren de una
reorganización.
Y, tampoco es por desgracia, por falta
de temas, porque haberlos haylos, temas tan interesantes como lo de los vados
para calles en las que no se puede aparcar o las peatonales; el Arenal Sound, que
me remito a los artículos del pasado año y que no quiero rememorar porque los
fallos van a ser los mismos, visto lo visto y la capacidad de quienes dirigen
el cotarro y que no paran de pregonar su horas de trabajo en la jefatura o en
otros sitios. Da igual, la problemática es otra.
No será porque no hace falta reclamar
que se cuide la playa, se limpien, o mejor no se ensucien, los espigones y muro
de la playa; se tenga mayor prevención en el tema de las “KK’s” de perros en
las aceras, calles y jardines de nuestra localidad; no será porque no hace
falta que se trace un plan de trabajo, partiendo desde el centro de la diana
hasta la periferia, para conseguir una Burriana “+ bonica”; no será porque no
hace falta proyectar a esta ciudad a un futuro que no pase, únicamente, por
decir que nuestro festival nos coloca en el mundo y no será porque no tenemos
banderas azules que me sirven para preguntarme donde hospedo a dos autocares de
turistas que quieren disfrutar de la playa de Burriana. Si, sólo dos autocares.
Por cierto, que el otro día me
encontraba en otra población de la provincia y un grupo, de seis personas,
allende nuestras fronteras provinciales, me dijeron que querían ir a Burriana a
ver alguna cosa y después de un breve silencio me limité a indicarles por donde
debían ir, porque lo de indicarle que poder ver es otra cosa. El Museo de la
Naranja, cerrado a cal y canto; la iglesia, perdón, la basílica de El Salvador,
sin horario para poder ser visitada y el resto de cuestiones que pueden ser reclamo
turístico, ni están ni se les espera.
Nada, que aún sin querer, no puedo
remediármelo y es que aunque no lo parezca, me duele, como me duele ver al CD
Burriana en la categoría que está por la dejadez y la división creada desde
algunas instituciones de forma interesada para vencer, lo mismo que en el
comercio que con ocho o nueve asociaciones de comerciantes, ninguna sirve para
nada y llegado a este punto me viene al pensamiento aquello de “la unión hace
la fuerza”, pero es que algunos confunden la unión, con la mayoría absoluta y,
así nos va.
Amiga Rosa, voy a hacer un paréntesis
y voy a intentar tomar soluciones y decisiones, pero no te creas que me voy de
vacaciones, no, porque la situación no está para muchas alegrías, aunque para
mayor alegría de los padres que tienen niños en edad escolar, ha sido la
ubicación de la semana de fiestas del seis al catorce de septiembre, menuda
materia gris tenemos en la dirección de las mismas. Vaya chapuza.
Hoy que quería ser breve, me están
saliendo un montón de cosas, debe ser por aquello de que estoy haciendo un
despedida temporal con la finalidad de realizar una revisión personal y dejar
que pase el calor que, a mi, me reduce las neuronas de las que hablaba antes,
aunque hay quienes se las reduce el calor y el frío y en los espacios
intermedios, no tienen ganas de ejercitarlas.
Nada, eso que os voy a dejar de forma
temporal, hasta el mes de septiembre, eso si no me entra la morriña o lo que
tengo que decidir lo decido de hoy para mañana y que no se entienda esto como
una amenaza de volver, sino como un intento de poner en marcha nuevos proyectos
que en algunos casos son intenciones, todas ellas bien intencionadas
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