“La naranja nase verde y el tiempo le da color, pero al que nase gilipollas no lo madura ni Dios”

 Un amigo de Madrid, precisamente durante este primer día de fallas me manda un mensajito por whatsapp con una imagen de la placa retirada por el brillante y flamante concejal de Burriana que hacía referencia a que el Centre Municipal de Cultura de Burriana había sido un lugar de represalia del franquismo para una gran número de personas sosteniendo que en ella hay irregularidades y, justo en el momento de leer el mensaje se me viene a la cabeza eso que cuenta Pep el Butifarra que dice “La naranja nase verde y el tiempo le da color, pero al que nase gilipollas no lo madura ni Dios”.

La verdad, fue una cosa natural, esporádica, cariñosa y sincera. Todo a la vez. Sin embargo, tras ese pensamiento se encierran muchas otras reacciones más malévolas, más viscerales y con tintes no tan cariñosos ni sinceros.

Sí. Estamos en fallas, unas jornadas destinadas a disfrutar de la fiesta, del jolgorio y de la diversión que alguien, probablemente en su amargura, ha aprovechado para llevar a cabo este acto que no encierra otra cosa que la amargura, el rencor y el desprecio hacia toda aquella gente que sufrió en sus carnes la vejación y la tortura simplemente por pensar de forma diferente a quien ganó aquella miserable contienda.

Pero hoy en día, casi cien años después, todavía hay quien niega muchas cosas, los mismos que niegan la violencia contra la mujer, no asisten a la entrega de premios del día de la mujer y dejan en la estacada, en el Ayuntamiento de Burriana, a sus socio de gobierno al cual tiene que salvarle el culo, en algunas ocasiones los grupos de la oposición.

Parece ser que el Sr. Albiol y, algunos otros de sus secuaces, han regresado para abrir guerras que permanecían, al menos en apariencia, cerradas y con una gran normalidad. Pero parece ser que no, que quienes estábamos equivocados éramos los demás. En fin, eso que la culpa no es sólo de quien creía que todo estaba normal, cuando en realidad simplemente estaba agazapado tras una cortina, cual abuela del visillo, que en cuanto le han dejado, ha vuelto a salir el monstruo que algunos llevan dentro.

Digo pues que la culpa no es sólo del monstruo sino, también, de quien se lo consiente y en eso el señor alcalde de Burriana, como gerente de la empresa que es, sí que tiene mucha culpa al tener un encargado de sección que se dedica a crear problemas y a involucionar una sociedad, aparentemente, normal que no la deja ser gracias a personajes de esta calaña.

Si trasladáramos esta situación al Madrid de Sánchez, sería todo vale por mantener el poder, el ególatra del presidente, el chulo de Pedro o el “perro” de Sánchez lo aguanta todo por tal de guardar su silla, pero aquí no, aquí es una disparidad de criterios y un dejar que pase el tiempo para que escampe la niebla.

Señor alcalde, estamos en fallas y deseo que Ud. y todos cuantos quieran disfrutar de ellas así lo hagan, pero ya son muchas veces las que le han dejado en evidencia y, no sólo lo mantiene en el sillón, sino que espera sentado a que llegue la próxima evidencia en que le vuelva a dejar con el culo al aire haciendo el ridículo nacional cuando según dice, a nivel nacional, está buscando inversores para esos grandes proyectos cuya delegación ostenta Ud. mismo. Felices fallas.

Esta es la placa retirada con grandes errores según el concejal de "cultura" de Burriana.



 

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