Querido chorizo que estas en el Consejo de Ministros
Querido chorizo que
estás sentado en el Consejo de Ministros con un “pirri” que desmerece la
honorabilidad y el porte con que lo llevaba mi abuela. Digo pues que, amparado
en mi libertad de expresión de la que tanto haces gala con el objetivo de
controlar a todos los medios de comunicación que, también amparados en su
libertad de expresión tapan tus vergüenzas y la de algunos miembros de tu
partido, anden como anden, voy a hacer algunas consideraciones.
Es una vergüenza para
el consejo de Ministros, en el que te sientas, que seas tan infiel con quienes
te protegen, amparan y hacen posible que puedas pagar la hipoteca de tu
“casoplón” y el de tu consorte que también se sienta en la misma mesa del
Consejo y que pretende emular a la Preysler en sus apariciones mediáticas.
Digo pues que,
amparado en mi libertad de expresión contenida y de autocensura personal, no
voy a enumerar todo lo que realmente pienso sobre lo tuyo y los tuyos,
probablemente, porque si lo dijera traspasaría los límites de esos principios
que me inculcaron y de los que tu careces porque fuiste educado, supuestamente,
en un ambiente hostil al otro lado de los esos límites de la libertad de
expresión en los que no se tiene presente ni el valor a la vida.
Tu promiscuidad y
ganas de poder, conjuntamente con las ansias de poder de quien eres
vicepresidente, están mermando la moral de miles de ciudadanos que tuvieron un
ápice de esperanza al depositar una papeleta con sus siglas. Tu infidelidad y
la de los tuyos están haciendo mella en una ciudadanía con muchos problemas que
no eres capaz de solucionar, dado que lo único que te aseguras y solucionas son
tus problemas financieros personales.
Tu falta de honestidad
para con quien compartes viaje hace que lo que pudiera ser un halo de ilusión,
no por ti sino por tus compañeros de viaje, se haya convertido en un sainete de
incongruencias que merman la convivencia
ciudadana más ocupada en ver como soluciona sus propios problemas personales y
familiares y como dar de comer a sus hijos.
Los paripés que
montáis, tú y los tuyos, os desplaceis como os desplaceis, no son más que
proclamas incendiarias tras las que se ocultan, únicamente, deseos de falsa
subsistencia egoísta y que ampara, tras la cortina de la libertad de expresión,
un espíritu trasnochado de revolución en unos tiempos en los que, aunque
siempre quede una revolución pendiente, la realidad es muy tozuda.
Por eso te digo,
querido chorizo sentado en el Consejo de Ministros, que delante de la policía
ya corrimos; que libertad ya pedimos también y la conseguimos; reivindicamos
muchas cosas, en otros tiempos, que te están sirviendo a ti de revulsivo para
mantenerte en el candelero y es que tus plataformas 15M, escraches
anti-desahucios, tuercas, etc. y tus grandes proclamas no te han servido para
tener principios ni ética.
Todo esto lo he dicho
amparado en mi supuesta libertad de expresión.
Apreciado amigo J.Juan, has hecho una exposición, desde la libertad de expresión, con una delicadeza y educación que bien merece un aplauso.Los chorizos,con alguna que otra especie, están buenísimos para comer, y no éstos que hay que darles de comer aparte, y que desgraciadamente rigen los destinos de los ciudadanos españoles. Su supuesta libertad de expresión tiene doble rasero. No utilizan la escala de valores que nuestros padres nos enseñaron e inculcaron en tiempos no muy lejanos.Lo dicho " Chorizos "
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