Voy a hacerme "fan" de Belén Esteban

Como dice el refrán “entre todos lo mataron y él solo se murió” y es que en las últimas décadas hacer algo en Burriana está siendo misión “casi” imposible.

No me estoy refiriendo al Arenal Sound, que también, pero es que abrir un comercio en Burriana es muy complicado; crear una empresa en nuestra ciudad, una odisea; montar un chiringuito en la playa tiene unas complicaciones extremas cuando en otras poblaciones lo tienen más fácil, más rápido y más controlado.

Yo no sé qué pasa, pero los tiros apuntan al mismo sitio. La Casa Consistorial, tercer piso y cualquier lado, porque cuando no es un lado es el otro, es como si, algunos, trabajaran para el enemigo y les pagamos el sueldo todos los vecinos de esta población que no ha sido capaz, por muchas cosas, de asentar industria, ha perdido una gran parte de su comercio, de su industria naranjera y de su importancia en el exterior y al decir exterior no me refiero allende fronteras españolas, sino en el ámbito provincial y autonómico. Y no voy a hablar del nulo peso político, en cualquier partido, por mas diputados provinciales, autonómicos o nacionales que tengamos o hayamos tenido. No pintamos, como se dice vulgarmente “ni una mona”.

Y si digo que la tercera planta de nuestro “Magnífic” es el lugar donde apuntan los dardos, la primera planta tampoco está exenta de culpa, y no me refiero al tema del Arenal Sound, aunque también.

En todas las décadas que llevo redactando noticias de nuestra población, la que más rápido salió, en el plano urbanístico, fue la de la Unidad de Ejecución de la piscina y es que como en ella había agua, hubo algunos que mojaron. Del resto, todo han sido y siguen siendo, un montón de problemas y si no que se lo pregunten a los propietarios del Camí Valencia, que no saben qué hacer, ni cómo ponerse para mejorar la zona.

La verdad es que me duele que esté el Museo de la Naranja cerrado; el del Cardenal Tarancón, y a pesar del esfuerzo de la Parroquia de María Auxiliadora, sin estar donde y como debería estar y disfrutando del legado de tan insigne personaje; me sabe mal que no se tenga un Museu Faller, ni una programación estable de cultura, aunque algo apunta.

Me entristece que alguien que quiera iniciar una empresa tenga que marcharse a un Vivero de Empresas de algunas poblaciones vecinas; que nos hayamos quedado sin el Mercaplaya por inacción y falta de reacción y firmeza personal a tiempo; me pone de mal humor escuchar que hay poblaciones que se frotan las manos para recibir el Arenal Sound en la edición del próximo año o por ejemplo me disgusta ver como el Electrosplash, que ahora se celebra en las comarcas del norte de nuestra provincia, tuvo una importante edición en nuestra ciudad sin conseguir que se quedara.

Me apesadumbra ver el estado actual del antiguo IES Llombai y sus muchas posibilidades; el antiguo ambulatorio cerrado y sin perspectivas; me deslumbra ver El Pla a oscuras; el centro de la ciudad pasto de un montón de chatarra formado por coches; y todo ello con escasas esperanzas de cambio.

La verdad es que llevo quince días sin muchos ánimos, pero es que las perspectiva y lo que leo en los medios de comunicación locales y provinciales, no me dan muchas esperanzas. Creo que al final tendrá razón mi madre cuando discuto con ella por elegir el canal de la televisión que mira, pero es que no me quedará otro remedio que mirar la telebasura y hacerme fan de la Belén Esteban. Tal vez viviría con menos preocupaciones que si me intereso por lo que pasa a mí alrededor.