Tener verguenza, a veces, es tener dignidad
No quería comentar nada sobre el “caloret” por la vergüenza ajena que tengo desde que esas palabras se pronunciaron en pleno corazón del “Cap i Casal”, pero un hecho acaecido a mi alrededor me ha hecho sonrojarme y entonces he emprendido el empeño de escribir unas breves letras sobre tan insigne pronunciamiento y lo que ello puede suponer. Al aviso de lo ocurrido y tras el visionado de las imágenes un amigo me dijo que eso en otro lugar, y al decir eso se refería a un lugar normal, hubiera supuesto la renuncia del personaje en cuestión pero, eso, aquí supondría un puñado de votos más para la ínclita, asidua visitante de nuestra población. Ello, me hizo reflexionar y llegué a la conclusión de que podría ser verdad, sin embargo y tras los constantes sonrojos televisivos, radiofónicos y periodísticos en general un día, antes de ayer conozco a unos señores, procedentes de la Meseta Norte, Castilla-León, y me dicen que habían venido a buscar el “caloret” y que se habían topado con m...