Todos a la escuela
Después de dos meses
sin acercarme a ningún pleno de la Corporación Municipal burrianense hoy me he
decidido a ir y cuál ha sido mi sorpresa al comprobar la cantidad de personas
que han asistido a él, después de muchos años en los que apenas iba nadie, simplemente
éramos la prensa, las dos señoras de siempre, de las cuales hoy faltaba una,
supongo que por la gripe o algún resfriado y finalmente algún espontáneo que
acudía atraído por la curiosidad o por algún punto del día que le pudiera
afectar.
Y digo que era
sorpresa porque había mucha gente de varios grupos políticos que, ante la
proximidad de las elecciones quieren conocer el funcionamiento de un pleno,
aunque si tienen que aprender del de Burriana, van apañados. Por diferentes
motivos, por la falta de temas interesantes que debatir, por la escasez de
ganas de trabajar de algunos integrantes del mismo, por el desconocimiento de
algunos concejales de gobierno de las áreas de responsabilidad que dirigen y
por la falta de ambición de quienes nos gobiernan.
Entre el público se
podía ver a la práctica totalidad de la candidatura de Cibur, varios miembros
de Podemos Burriana a los que se les ha abierto el apetito de la política local
y a algunos de los miembros de Esquerra Unida, además del candidato de Compromís
que ya acudía antes en su faceta de periodista y alguna cara conocida más que
había aparecido por allí, en total una cuarentena de personas, un llenazo
comparado con la decena de personas que solíamos ir a los plenos.
Con un orden del
pleno sin material, escaso de contenidos y apenas debate, el equipo de gobierno
cuela una moción, por vía de urgencia, de un tema que no venía al caso, ni
tenía urgencia, pero en estos momentos preelectorales la coloca para meterle un
gol al grupo socialista con la beneplácito y complacencia de Cibur, la cual
casi llega a erigirse en portavoz de la misma al reprender al portavoz
socialista que intentó introducir una enmienda a la misma con el objetivo final
de poderla aprobar.
El tufo electoral se
notaba en el ambiente. Las ganas de sentar sus reales posaderas en los sillones
municipales anidaban en la mayoría de los allí presentes. Las ideas
programáticas, todavía ausentes, se anotaban en los pensamientos de los pocos
que tenían interés en desarrollar una buena gestión, cuando lleguen, y mientras
tanto de las pocas personas que tenían conocimiento de lo ocurrido en el salón
de plenos, durante los últimos años, la señora de las dos que estaba presente,
se sonreía al ver lo que ocurría en los escaños y en los asientos del público.
Todavía o aún, según
se mire, quedan cuatro meses para las elecciones y hasta ese momento
escucharemos muchas cosas y, a pesar de todo, para bien o para mal, veremos
algunos cambios en las listas presentadas y sorpresas en las no conocidas
porque, aunque en algunas sólo se intuyen nombres otras se prevén con
sorpresas, aunque me huelo que las novedades no serán tantas como las
necesitadas por esta ciudad a la que han convertido en triste y aburrida, según
palabras de mi amiga del Partido Popular, muy a pesar de ella que es una
persona un poco más alegre y con ideas más abiertas y alegres que la mayoría de
sus socios de partido y especialmente de sus correligionarios concejales.
Ya conocemos a la
mayoría de los candidatos de las diferentes formaciones políticas que
competirán por conseguir el sillón de la alcaldía, algunos manejan las
encuestas que les ofrecen muy buenas resultados y se encuentran esperanzados,
otros ante el resultado que les muestran intentarán mejorar sus acciones con el
mismo propósito aunque con grandes diferencias programáticas e ideológicas.
Ahora, lo que importa
son los programas, pero no los de papel mojado, sino los que se van a realizar
y no como se ha hecho hasta ahora que el programa electoral de hace ocho años,
continúa pendiente de ejecutar, con lo cual con hacer fotocopias será
suficiente, queda pendiente de conocer los programas del resto de grupos que
están en la oposición o de quienes aparecen nuevos en escena.
Como dice el Cholo,
entrenador atlético, partido a partido y programa, programa y programa, además
de ganas es lo que necesitamos para darle a Burriana el cambio que necesita.
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