Sant Antoni del porquet

Pasada la resaca festiva y con los prolegómenos de las fiestas dedicadas en honor al patrón de los animales, Sant Antoni del porquet, iniciamos una cuesta que esperamos que “sólo"· sea de enero, aunque no se por qué este año será todo una cuesta y mi deseo sería que no fuera muy pronunciada.

Digo pues que iniciamos la vida “normal”, aunque plagada de pequeños brotes, no verdes, que nos van alegrando la vida, aunque sin existir demasiada alegría.

Mientras escribo estas letras escucho el discurrir por las calles de los carros y carruajes que pasean con motivo de la celebración de Sant Antoni en Burriana, los caballos que elegantemente marcan el paso y hacen sonar sus herraduras sobre los adoquines de la calle, los toros mansos que hacen sonar sus “esquelles” y a continuación el carro con la imagen del santo seguida por miles de personas que acompañan su figura para que en el día de hoy les bendiga a los animales domésticos.

Debo aprestarme, pues tengo que sacar a mi “Bobi” para que también me lo bendiga y me lo haga “bon xiquet”. En este años que iniciamos y en el que recabamos las bendiciones de “Sant Antoni” me gustaría demandarle que la bendición la hiciera también extensiva para todos aquellos que sacamos a los animales para que nos cuide, nos portemos mejor y que este año sea un poquito mejor de lo que auguran esas grandes compañías que califican a las economías de cada país que parece ser que son quienes nos gobiernan.

A las puertas de los días de feria de Vilavella y Burriana con las festividades de Sant Sebastià y Sant Blai encomendemos a nuestros compañeros de viajes, perros, gatos, pájaros, peces y otras especies de animales para que pasemos , en su compañía, un año más o menos feliz, dado que con la carta a los Reyes Magos parece ser que no ha sido suficiente y que las encomiendas que necesitamos requieren de una gran influencia celestial.

Después de comer "Bunyols amb figa” en el Sant Antoni d’Artana, me voy presto al pasacalle para bendecir a mi perro, no sin antes desear a los habitantes de Betxí que disfruten de un buen día en su viaje a la “muntanyeta”