Estar en dos sitios a la vez
Ya lo sé, Rosa. Si ya lo sé, hace demasiados días que no escribo en el blog y es que estoy bastante mosqueado de muchas cosas, cansado de otras tantas, cabreado con ciertas situaciones que nos acechan y nos rodean, hastiado de Afganistán, el volcán, el prófugo de Bélgica y las chorradas de la princesa de Cibeles y a veces me planteo si vale la pena “hablar por hablar”. Pero bueno, aquí estoy un domingo por la mañana sentado ante el ordenador escribiendo unas letras para dar rienda suelta, muchas veces, a mis propias frustraciones que no son más que, en algunos casos, falta de consecuciones para mis poblaciones, mis gentes e, incluso, mi propias familia. Así es pues. Redacto unas líneas después de haber pasado una semana tranquila, relajado y tras un sábado de compartir paella y cervezas con una parte de esa familia a la que, todos, hace demasiado que no vemos por causas ajenas a la propia voluntad de cada uno de quienes fuimos comensales y de quienes no pudieron estarlo. Pe...