Pasión por una sociedad mejor
Hoy estoy reflexivo, pensativo, analista y, en cierto modo, enrocado en esa margarita llena de hojitas que no voy a elegir y una única que va a ser la afortunada que voy a meter en la urna de metacrilato que mañana me espera para que le introduzca a través de mi voto todas las ilusiones y esperanzas que tengo puesta en una clase política muy denostada y que tendrá una difícil recuperación de su credibilidad. Me encuentro sumido en una catarsis de la que saldré el lunes cuando compruebe los resultados de unos comicios que, como siempre, son importantísimos para el futuro de nuestra sociedad y que pueden vislumbrar el futuro que se avecina; las acciones que se llevarán a cabo en unos años y el progreso o retroceso de esta misma sociedad, dependiendo de quien obtenga el gobierno, no de quien gane las elecciones, que seguramente todos las ganarán, sino de quien consiga coger la sartén por el mango. Mis opciones son claras. No me gusta volver la vista atrás, a no ser que como dice...