Hay formas que nos llevan a la demagogia
Me encantan las acciones que llevan a que los ciudadanos presenten propuestas e ideas; que aporten iniciativas; y me gustan, como no, las fiestas populares, aunque no terminan de encandilarme los populismos y, mucho menos, en aras de una falsa participación, sea con urnas o a través de las redes, periódicos digitales o con cartas al director. Últimamente nos bombardean con constantes comunicaciones participativas en diversas actividades, acciones o presupuestos con el mensaje o intención de hacer, algunas administraciones públicas, una vida más cercana al administrado y, sin embargo, me da la impresión que no se están teniendo los objetivos previstos y que, a mi parecer, están consiguiendo lo contrario. Tal vez es que me estoy quedando anticuado o mejor dicho soy, ya, antiguo. Yo tenía entendido que ser participativos era hacerle llegar al concejal correspondiente la anomalía pertinente a través de cualquier medio antiguo o moderno, pero un ciudadano de carne y hueso; creía q...