joan llido

Siempre hay quien tiene suerte y pasa la patata caliente al otro para que sea este quien tenga que solucionar el problema que plantea el primero y que tiene que resolver el segundo. Algo así ha pasado con la presente edición del festival Arenal Sound que vienen disfrutando unos y sufriendo otros durante estos días en Burriana. Durante todas las ediciones anteriores se han venido haciendo reclamaciones sobre la ubicación de los campings, el aforo del festival y otras cosas varias que eran consideradas como temas peligrosos, o al menos de riesgo, para la integridad de los participantes y, salvo un año con pequeños problemas, nunca había pasado nada. Desde la oposición se reclamaban mejoras en seguridad y en que el acceso a la playa no estuviera cortado tanto tiempo por la organización y ante esas reclamaciones, ni caso. Pero no ocurrió nada hasta este año en que la nueva alcaldesa de la ciudad se tuvo que personar una mañana para que abrieran los accesos que se habían cerrado par

Como cada año por estas fechas vuelve lo mismo, vuelve el Arenal Sound, y con él la polémica este año incrementada con la finalización de la concesión, la cual deberá renovarse el día siguiente al cierre y desalojo de las instalaciones creadas al respecto. Y como cada año también aparecen las dos opiniones la de quienes están a favor y la de quienes están en contra. De entrada, yo, digo “SI” al festival, pero no con la claudicación, más que condiciones que impuso el anterior equipo gobernante. “SI” al festival pero renegociando espacios, y condiciones. “SI” a un festival que, aunque ocasione molestias, estas sean las menos posibles. “SI” a un festival que tenga la capacidad de personal adecuada y “SI” a un festival que reporte beneficios, buen nombre y promoción a una ciudad que debe aprovechar estos recursos para hacer un producto turístico apetecible e interesante para cualquier segmento de población. Pero también este verano ha finalizado el contrato con Mercaplaya con lo

Lo del Ayuntamiento de Burriana no deja de sorprenderme, unos y otros, igual que el equipo de gobierno anterior, hoy partido mayoritario del tripartito de la oposición, llevan la misma política, la política de mirarse el ombligo. Está claro que llevan, apenas, mes y medio en el gobierno municipal, pero a diferencia de otros ayuntamientos de municipios que nos rodean que si trabajan en la gestión exterior de su población ante otros organismos, Diputación, Generalitat, también entidades que llevan menos tiempo en el gobierno, pero son municipios que se mueven. Aquí no, aquí estamos enzarzados, por un lado el Partido Popular intentando justificar que las partidas del presupuesto municipal no estaban agotadas, cosa que todos sabemos que si y que además tenemos un elevado endeudamiento, por más que intenten maquillarlo; la concejal de Ciudadanos, que nos ha recuperado a la vieja Unión Valenciana del más rancio   Gonzalez Lizondo, se preocupa del trilinguismo educacional y los concej

Sólo hace falta salir de casa un poco para darnos cuenta, reconvencernos, autoinmolarnos por todo aquello que tenemos y que no sabemos aprovechar. No sé si la naturaleza es sabia o nosotros ignorantes; no sé si ella es lista y nosotros tontos o si, simplemente, nosotros somos incapaces. Digo esto, nuevamente, por lo desaprovechados que tenemos todos nuestros recursos turísticos y no voy a referirme a ese “problema” endémico en el que se ha constituido un bien tan preciado como el Arenal, no, voy a referirme a otros sitios como pueden ser el Clot de la Mare de Deu o la desembocadura del Millars, entre otros, por no repasar el patrimonio, rural o urbano, que se deteriora a pasos agigantados y que nadie, hasta la fecha, ha puesto o, al menos lo ha intentado, remediar. Cuanto más sales de casa, más te das cuenta de lo que tienes y su nula utilización y para ello no hace falta desplazarse a los grandes centros turísticos mundiales, no hace falta irse a esos lugares que son visitad

Si esperpéntico fue el pleno de investidura del Ayuntamiento de Burriana, el primer pleno celebrado a posteriori, fue algo más que patético y, no sé por qué, vamos a tener que estar preparados para ver más plenarios de estas características. A perro flaco, todo son pulgas. Parece ser que este es el lema aplicado por los partidos de la oposición municipal del Ayuntamiento de Burriana, llámese Partido Popular, Cibur y Ciudadanos y como no tenían demasiado con qué meterse, buscaron el quien y entonces pagó el pato el más débil y en este caso el más joven de la corporación y que no fue otro que el portavoz de Podemos, Cristofer del Moral. Ni voy a hablar del sueldo que cobrará, ni de su gestión política llevada a cabo hasta la fecha, ni de las delegaciones que ostenta, voy a hablar del comportamiento que el tripartito de la oposición, de forma conjunta y sin piedad tuvieron con él. No he hablado con Cristofer del Moral más que una sola vez para darle la enhorabuena, no comparto sus i

Siento que en algo me he equivocado. Presiento que hay un poco de disfunción entre mis deseos y la realidad a la que intento aportar, cada día, mi granito de arena. Creo, tras lo anteriormente dicho, que en algo estoy equivocado y que, además, aún queda mucho por ver. Tras los resultados electorales de mayo, las conversaciones y pactos de junio y los pocos días que llevamos de julio, algo está pasándome que me estoy desilusionando por los hechos acaecidos las últimas semanas. Me da la impresión, tengo el presentimiento, deduzco y malpienso que a algunos las sillas “de poder” empiezan a sentarles mal y, como siempre, esto está pasando en Burriana mientras en otras poblaciones de la provincia la reacción de los “sentados” en similar jamuga está siendo más positiva para los intereses de cada población que en la nuestra. Obsesionados por las fotos, el protagonismo y ese “querer ser” les está llevando, a ciertos cargos públicos, cerca de un precipicio en el que se despeñarán persona