joan llido

Ya parecía que todo iba a terminar y que los escándalos de las jubilaciones millonarias de quienes han llevado a parte del sistema financiero español a, no se si a la ruina o a la bancarrota, habían terminado, pero parece ser que no, que las “penúltimas" sorpresas aún están por llegar y que aún tendremos que ver y oir algunas cosas más. Leo en una publicación digital que a algunos directivos de l banco de Valencia y de Bancaja se van a quedar con pensiones de miseria que sólo llegan a los catorce millones de euros, si, esa moneda europea que tantos dolores de cabeza nos está dando, digo pues que no se si con esa mísera pensión, comparada con la de algunos otros podrá llegar a fin de mes, porque, además de esa cantidad hay que añadir la pensión mensual que les corresponde por haber llevado a su banco o caja al lugar en que está. Yo creo que no estoy bien de la cabeza, porque no se como no puedo entender estas cosas, que cobren esos despidos, que se les queden esas pensiones, q

Uno, que ya hace años que peina canas, que le ha gustado estar, más o menos, al día en lo que respecta a la información y en la vida pública cuando lee noticias como la que se produjo ayer, piensa que este mundo es una “eme con mayúscula”, si, una “M…..” no con mayúsculas, sino muy grande en el argot vulgar y callejero podríamos decir que es una “pona monumental”. Me desayunaba con la noticia de que Antonio Tirado, el exalcalde de Castelló, había resultado nombrado, aunque del mal el menos, presidente temporal de aquella Caja que todos hubiéramos deseado que hubiera sido de los valencianos y que en realidad y, tras lo visto, únicamente unos valencianos se han aprovechado de ella. Y digo todo lo anterior, por que el Sr. Tirado juró y perjuró que nunca entraría en Bancaja y fue él, junto con otro grupito que “ha xuplat de la mamella fins ara” quien propició que la antigua Caja de Ahorros de Castellón fuera absorbida por la Caja de Ahorros de Valencia para salvarle el culo a esta se

Mucho se habla estos días de la reducción de municipios y especialmente de aquellos que tienen menos de cinco mil habitantes, entre otras cosas, dicen, que se reducirían los costos y se haría más llevadera la economía del país. A mi me gustaría saber de quien ha sido esa brillante idea, que aún no siendo descabellada, no deja de tener tintes de haberlo sido por alguien a quien yo consideraría un poco idiota. Me explico. ¿Por qué se haría más llevadera la economía del país? ¿Es que han sido estos municipios los causantes de la situación actual? Y no quiero hacerme más preguntas, porque cuantas más me hago, más me indigno. Si analizamos los municipios de la provincia de Castellón y repasamos las cuentas de los entes locales encontraremos a los verdaderos causantes de la situación y del elevado endeudamiento; han sido los municipios grandes, mayores de cinco mil habitantes quienes tienen el mayor endeudamiento; han sido estos mismos municipios quienes han especulado con el suelo y

Creer y confiar son dos palabras y dos conceptos que, hace unos años, iban parejos, es decir, creías en una persona porque confiabas en él, o ¿confiabas en él por que creías? Creo, en resumidas cuentas que tanto se valía una cosa como otra, ambas iban emparejadas. Creías y confiabas o confiabas y creías, “tanto monta, monta tanto” como aquello de Isabel y Fernando, y en este tema ya no entro en más debate. Pero, hoy, imperante el agnosticismo, creo que no creemos y confío en que no confiamos, ni con unos ni con otros; ni con el que va el primero, ni con el que queda el segundo, ambos dos y sus miembros, sólo van por lo mismo “er mardito parné”. La sociedad, esa a la que nos han dado por todas partes, necesita creer y confiar en algo o en alguien; necesitamos a alguien que nos saque de este atolladero en el que no encontramos y nos haga confiar en el futuro y creer que existe algo mejor; necesitamos asirnos a algo para encontrar la esperanza y para ello requerimos de confianza y

Como cada primer domingo de mayo y coincidiendo con el día de la madre, Burriana ha celebrado la fiesta de las Cruces, esa hermosa fiesta en la que las calles de la ciudad se llenan, temporalmente, de hermosos jardines que huelen a clavel y a mucho esfuerzo por parte de las comisiones falleras. Un año más y por más títulos que se puedan añadir a la fiesta, de interés local, provincial, autonómico o nacional, las Cruces de Mayo de Burriana, son las grandes desconocidas por muchos motivos y el más principal la falta de promoción, tanto dentro, como fuera de la población. La belleza de los trabajos “expuestos” durante dos días en los emplazamientos falleros, constituyen todo un alarde de laboriosidad que bien requeriría de una mayor promoción que en algún tiempo ya se intentó y no se continuó. El esfuerzo llevado a cabo por las comisiones falleras bien valdría de un mayor interés, de quien le corresponda, en difundir esta actividad que se podría vender turísticamente a muchos visit

Comenzamos el quinto mes del año, el mes de las flores y el mes de María, todos estos nombres para denominar al mes de mayo, ese mes en el que los capullos de las rosas, y no los otros, florecen y desprenden ese aroma, veneno para los alérgicos, y que nos encanta a quienes, todavía, no lo somos. El resplandor de la luz del sol del Mediterráneo, aquel a quien siempre canta Serrat, se torna azul brillante, radiante y luminoso y deja atrás las mil aguas de abril y la grisácea imagen de un invierno que a pesar de su suavidad nos ha dejado las imágenes típicas de su época que, atravesando las estampas navideñas, nos ha llevado a un dos de mayo inmortalizado por Goya y que los madrileños han tomado como fiesta autonómica. En este punto nos adentramos, cíclicamente, en ese periodo de grandes eventos familiares como son las comuniones, el tiempo de los enlaces sentimentales y los primeros esbozos de un verano que se presume difícil y complicado para una gran cantidad de personas que no ve